A veces no logramos abrir una puerta por las buenas y debemos recurrir a la apertura destructiva.  Por eso hoy vemos dónde taladrar una cerradura.

Quién sabe qué ocurrió, pero la cosa es que estás frente a la puerta de tu casa sin poder abrirla con las llaves. Una posibilidad es usar el taladro. Creenos que entre las maneras destructivas de abrir una puerta, el uso del taladro es la más prolija. Así que comencemos con la explicación.

Dónde taladrar una cerradura

Antes de comenzar

Antes de proceder en el algo que no podremos deshacer, vamos a examinar la cerradura. ¿Por qué? Porque no todas se pueden abrir a fuerza de taladro. Algunos modelos tienen un rodamiento en la clavija central o bien una clavija de acero templado, que evitan la perforación. Entonces como primera medida deberás saber ante qué clase de cerradura estás. Si no podés deducirlo, consultá a un cerrajero profesional.

Qué necesitaremos

Dónde taladrar una cerradura. Foto de mechas de taladro de distintas medidas.

  • Un taladro de distintas velocidades.
  • Mechas de diversos tamaños: desde 3 a 25 mm. Si bien comenzaremos trabajando con la de 3 mm, progresivamente iremos aumentando el tamaño.
  • Lubricante para cerraduras.
  • Destornillador.
  • Martillo.
  • Clavo.

Medidas de seguridad

Para realizar nuestro cometido sin sufrir lesiones, recomendamos usar anteojos protectores para que no se nos meta alguna esquirla en los ojos y nos lastime.

Dónde taladrar una cerradura

El objetivo de este procedimiento será destruir el cilindro de la cerradura. Para eso realizaremos lo que se da en llamar “punto guía”. Tomaremos un clavo y le daremos un martillazo en el ojo de la cerradura, sobre la línea de fundición (entre el cilindro interno y el externo).

Luego pondremos lubricante en la cerradura, apelando a que alcance todo el mecanismo interior.

Ahora sí ya estamos listos para perforar: tomaremos una mecha algo mayor al orificio de la cerradura (hablamos de cerraduras para llaves tipo sierra) y larga como para poder atravesar el grosor de la puerta.

Taladraremos de manera horizontal, atravesando todo el cilindro. Tendremos mucho cuidado de no perforar en ángulo, pues terminaremos rompiendo otras partes de la cerradura que no son la que pretendíamos.

Dónde taladrar una cerradura

Las clavijas internas van a ofrecer cierta resistencia, que será mayor cuanto más cerca estemos de la clavija, disminuyendo una vez que la hayamos cortado. Seguiremos taladrando hasta atravesar totalmente la cerradura. Por lo general en las cerraduras hay hasta 5 clavijas giratorias, aunque algunos modelos pueden tener más.

Es importante que taladremos lentamente y sin presionar demasiado, ya que es posible que se quiebre la mecha. Si te está costando mucho este paso, lubricar la mecha puede ser de ayuda.

A continuación, retiraremos el taladro con cuidado de no tocarlo porque la mecha seguramente estará caliente. Introduciremos un destornillador en el orificio y lo giraremos en el mismo sentido que giraríamos la llave para abrir. La puerta se abrirá.

Si concluido todo este procedimiento la puerta no abre, lo repetiremos con una mecha de mayor tamaño. Por ejemplo, podemos tomar una de 7 mm ó mayor y volver a taladrar. Si aún aumentando el tamaño de la mecha no logramos destrabar el mecanismo, deberemos destruir todo el cilindro.

Recurriremos entonces a artillería pesada, empezando por una mecha de 19 mm o directamente una broca tubular cilíndrica especial. Aquí ya estamos hablando de otro tipo de perforación, más similar a la que se hace en la pared para pasar el tubo del aire acondicionado. Estas brocas miden 10 cm.

Importante

Este procedimiento es solo para aplicar en tu propia vivienda o local comercial y bajo tu propio riesgo. Perforar una cerradura ajena, salvo que sea por una situación de peligro, es delito.

Ante cualquier dificultad, llamá a un cerrajero profesional.